Salinas de Mongofra
Encontrar un paisaje no solo depende del sitio. El sitio es lo que se llama la atención, lo que puede decidir si es especial. Pero el mismo sitio es muy diferente según varios aspectos.
El lugar desde donde se observa: la perspectiva y composición pueden hacer que se convierta en impresionante o aburrido. En muchas ocasiones me ha sido imposible encontrar el sitio correcto o deseado desde donde pintar, por no poder acceder o no poder colocar el caballete.
El momento: la época del año, el momento del día, las condiciones climatológicas. Cualquiera que haya visitado un lugar en dos momentos entenderá esto, un paisaje es diferente a la ida de la vuelta, por la mañana o por la tarde, en primavera o en otoño… para pintar esto es un dilema tremendo. Conseguir ir, llegar, encontrarlo, pero ¿y si te das cuenta que no es el momento? ¿Lo dejas para otra ocasión?
Impresionistas como Monet repetían el mismo motivo o modelo en diferentes momentos consiguiendo cuadros completamente diferentes. Para mi es difícil volver, tener el tiempo para repetir, aunque en ocasiones puedo hacerlo prefiero descubrir lo que me ofrece otra perspectiva.
Las salinas de Mongofra cambian totalmente de color según la estación de año y la hora del día, el motivo es la planta que las recubre y que cuando está en flor y abierta proporciona un color único y brillante.
Una garza real y residente en el Parque Natural de s’Albufera des Grau, las parece ser la que más disfruta de este momento y lugar.