Ciudad de la Imagen
Al mudarme a Boadilla del monte tenía que ir y venir a diario al centro de Madrid por la carretera M-501. A la altura de la M-40 hay un terreno elevado con una gran vista de Madrid.
Yo quería acercarme más y busqué alternativas. Encontré una persona que vivía en Campamento pero no tenía buenas vistas. Pensé en pedir permiso en la torre de Telemadrid pero lo deseché por imposible. Se me ocurrió hacer fotos desde la Casa de campo y encontré una empresa que sacaban fotos aéreas, pero me dieron un presupuesto de 400€, demasiado para un cuadro. Me compré una cometa en Imaginarium (entonces no existían los drones) pero no se podía por temas de seguridad.
Finalmente encontré el sitio, bueno, tranquilo, casi nunca se ve gente paseando por ahí. Había que entrar por una cuesta bastante empinada con el coche desde el parking del Kinépolis. A veces me quedaba viendo las carreras de coches de control remoto que se hacían en ese parking.
Me llevó más de un mes el cuadro. Fui viendo crecer las cocheras del tren ligero y las cuatro torres de Madrid – las incorporé casi un año después de haber acabado el cuadro.
El cielo reclamó el protagonismo del cuadro pero si no hay mucha contaminación y el atardecer está despejado en poniente hay un momento impresionante cuando las fachadas del oeste de Madrid se iluminan con colores dorados.