Blackfriars Bridge
Silver Jubilee Walkway, Londres
Óleo sobre tabla. 140 x 84 cm aprox. 1998.
Gonzalo de Linos
Pintar este cuadro no fue fácil. El sitio es muy turístico y las interrupciones eran continuas. Me gustaba la composición y mezcla de la arquitecturas. Ahora la arquitectura moderna es totalmente protagonista pero entonces la cúpula de Saint Paul era lo que más llamaba la atención.
Traer y llevarme el cuadro a casa en metro era demasiado complicado, por eso busqué un lugar donde esconderlo. Gracias a mi experiencia pintando el paisaje The Docklands mi primer escondite fue encadenarlo debajo de unas escaleras. Pero al segundo día me encontré la cadena cortada y donde estaba mi cuadro habían instalado un farolillo, sorprendentemente el cuadro estaba apoyado tranquilamente en una pared, muy mojado y un poco dañado en una esquina. Encontré otro sitio, en las escaleras del National Theatre, un poco más alejado pero al menos estaba seco.
A partir de ahí fue más fácil, el mayor problema era el tiempo impredecible, podía salir de casa en un día despejado y un gran sol y llegar al cuadro lloviendo con el cielo totalmente cubierto.
Aun así los momentos de calma el paisaje era muy romántico, parejas en los bancos viendo pasar los barcos, un músico tocando el acordeón y atardeceres dorados sobre el Támesis.
Lo más interesante y complicado de este cuadro no fue pintarlo sino venderlo.
A finales del 2001 estaba publicado, junto con otros en una galería online. Un americano me escribió interesado por el cuadro. Llegamos a un acuerdo en el precio y método de pago mediante talón bancario.
Pregunté en UPS sobre embalaje y costes de envío, me pidieron un embalaje en madera, lo que subía mucho el peso y coste de envío. Aún con todo el americano estaba encantado de todo e incluso subió voluntariamente el precio y me envió un cheque.
Empezaron los problemas, el cheque ya había llegado pero el cuadro se había quedado en la aduana de Barcelona precisando documentación, un certificado del ministerio de cultura!
En UPS reconocieron el error de no haberme informado al coger el paquete. En aduanas me explicaron más tarde que también necesitaba una licencia de exportación del ministerio de economía. Y el pobre americano seguía esperando después de haber mandado su cheque hacía semanas. Después de entregarlo me pidieron otro papel, una “factura proforma”, mi cabreo con UPS se suavizó cuando me contaron que habían hecho una excepción conmigo por la falta de información ya que su política era no enviar cuadros debido a lo complejo del asunto, lo entendí bastante bien.
30/01/02 (dos meses después de comprar el cuadro)
“Gonzalo,
Just wanted to let you know that Blackfriars Bridge was delivered to my house yesterday. I opened it up last night after work and it is wonderful… I really appreciate all of your hard work in getting the painting to me. It was well worth the wait.
Regards,
Ken”